
-«Esto es una foto de una mujer con huevos«-, así me comentó un amigo en hace unos días cuando puse una foto posando con mi dos docenas y media de huevos grandes del país, con una descripción que leía: «Llegaron mis huevooooos».

Resulta ser que el tema este de los huevos y sus analogías a la gente le causa mucha risa, doble sentido y hasta me imagino todos los pensamientos que le pasaron por la mente a quienes vieron la foto. Una amiga me escribió en privado disque muerta de la risa por mi foto y lo que se imaginó al momento. Esta situación me ha hecho analizar el por qué de la frase «con los huevos bien puestos» o «aquí los huevos los tengo yo«.
Esta afirmación de fortaleza de origen machista, ya que se refiere a parte del sistema reproductor de los hombres, para mi está en cuerda floja porque, seamos honestos, nada más frágil que unos huevos. Los huevos se rompen de mirarlos, si hablamos de los de las gallinas, hay que estar verificando caja por caja para poder llevarte una docena que esté intacta. Recuerdo a mi abuelita cambiando los huevos de una caja a otra para llevarse los mejores. Y me parece bien que los comparen con los huevos de hombre, pues ellos se retuercen al más mínimo golpecito, así que eso de ser el más «huevón» deberían analizarlo mejor. Jajaja, aquí me salió algo de feminista, que quienes me leen saben que más que feminista soy humanista, pero no podía dejar pasar esta oportunidad de hacer un poco de «bullying» sano. No se les olvide que las mujeres tenemos nuestro huevos también, sin embargo son fuertes para aguantar el dolor mensual de su proceso natural sin estar con tanto lloriqueo (sacando a parte algunas condiciones especiales).
Dejando de lado el chistesito y retomando el significado de esta famosa frase que se refiere a quien manda o quien tiene más fortaleza, les presento a una mujer con huevos de verdad, Mineiry Ramos del pueblo natal de mi familia materna, Juncos, Puerto Rico; quien, en medio de la crisis socio-económica, está echando pa’lante con un negocio de lo más interesante, Don Huevo. Interesante nombre que pertenece a una «compañía puertorriqueña dedicada a distribuir huevos frescos de gallinitas felices directamente a tu casa o negocio» – sacado de su descripción en Facebook.
Hace unos días lo encontré navegando por las redes y solicité sus servicios. A los dos días ya tenía los huevos en la puerta de mi lugar de trabajo. Demás está decir con son huevos dignos de admirar y saborear. Su tamaño jumbo se aleja por mucho de los que compras en el supermercado, su sabor es divino y su precio sumamente competitivo.
Por el momento Don Huevo tiene su ruta de Caguas a San Juan y ofrece 30 huevos medianos por $6.00 y 30 huevos jumbo por $8.00. Puedes comunicarte al 787-600-6551 o escribirle a su Fan Page en Facebook.
Me encanta ver a bellezas tropicales con huevos de verdad levantando la economía de este país. A ver cuantos más se atreven. Ah! y no se me espanten, la palabra huevos es sana, mentes cochambrosas, así que no se alarmen los puritanos.
Al final y al cabo, por más gallo que sea el gallo, la de los huevos es la gallina.
¡Besos!