Eres demasiado exigente (eso dicen)

Si no me puedes leer o prefieres los audios, escúchame de camino a tu trabajo o tu casa, el audio está hecho con mucho amor y pasión.

Me importa muy poco lo que piensen de mis expectativas…

Voy a comenzar este escrito de una manera irreverente; de vez en cuando me gusta serlo.

Ahora te pregunto, ¿debes conformarte con menos de lo que deseas? En lo personal, creo que no. Para mi el conformismo beneficia a quien no le gusta pasar mucho trabajo, ni dar mucho a los demás. Como dicen por ahí les gusta dar «lo mínimo necesario». Si la vida tiene a mi alcance todo lo que yo desee tomar de ella ¿por qué limitarme? Dijo John F Kennedy que «el conformismo es carecedero de libertad y enemigo del crecimiento personal».

Como ya planteamos desde el principio el desenlace de este tema, ahora me dedicaré a escribirte un poco más de mi relación con las palabras «conformismo» y «exigente» en mi vida y lo que creo que es la razón del porque muchas personas prefieren toparse con gente conformista.

En los trabajos

Yo no se si esto es bueno o es malo, pero a mi me gusta. Tampoco digo que mi forma de hacer las cosas es la correcta, pero sí la que me funciona según mi personalidad. No me conformo con un puesto y un «sueldo estable». En lo laboral, no me me gustan las rutinas, ni la costumbre. Cuando alcanzo una meta profesional, la disfruto al máximo y luego de un tiempo digo: «y ahora, ¿qué?». No, no pude conformarme con un puesto de directora de cuentas, lo más alto que podía conseguir en mi último trabajo, quería más. Quería seguir subiendo escalones, lograr más cosas. Sabía que en mi industria era complicado y que en mi lugar de trabajo ya no había más puestos que alcanzar, a menos que el dueño me diera su silla ja, ja, ja. Entonces fue cuando decidí renunciar y montar mi negocio, este me permite hacer cosas diferentes constantemente y con el beneficio de manejar mi tiempo para crear otros proyectos que me hagan sentir que sigo alcanzando metas. De esta manera, tengo mi proyecto base, pero cada vez que se me ocurre algo nuevo, no tengo nada que me lo impida.

No tienes que ser como yo, NO. De eso no se trata. La conformidad no es estar feliz con lo que tienes, la conformidad te hace sentir incómodo y a veces esa incomodidad es imperceptible. Te hablo de mi historia para que el día que quieras más y te sientas incómoda donde estás, no te asustes y no te estanques, busca eso que tanto deseas. Un gran empresario puertorriqueño me dijo un día: «cuando quieras arriesgarte a hacer eso que tanto deseas, hazte una sola pregunta: ¿qué es lo peor que puede pasar? y si tienes la solución a eso «peor» arriésgalo todo, que si no te sale, ya sabes por donde volver a empezar.

En las relaciones

Como amiga y como pareja tengo una regla: exijo lo que doy y lo que valgo. ¿Quien me dice lo que valgo? YO. ¿Cómo lo defino? En base a mis valores y principios. Es imposible mantener relaciones saludables con personas con las que no compartes valores, prioridades e intereses en común.

Cada relación es diferente. Por ejemplo, de la amistad exijo poco, solo lealtad, honestidad, sinceridad y que no me den drama ja, ja, ja. No exijo mucho tiempo, ni que me llamen todos los días, pues cada una tiene su vida y sus prioridades. Cuando nos vemos, nos dedicamos todo el amor, alegría, solidaridad y hasta lágrimas del mundo. Y soy cuidadosa a la hora de permitir quienes llegan hasta lo más intimo de mi vida.

En cuanto a las parejas, aprendí con los cantazos de la vida y los que me busqué, dos reglas de oro: «Si me roba la paz, no es para mi» y » Si tengo que pedirlo, ya no lo quiero». Con esto no les digo que no habrán momentos de dificultad y ajuste y que de vez en cuando hay que hablar de algunas cosas que uno necesita de la otra persona. Pero el día que te veas que son más los momentos difíciles que los buenos y que te toque exigir respeto, compromiso, comunicación efectiva, que te den tu lugar, cariño y lo que tu entiendas básico para una relación, y que te digan que pides demasiado, es el momento de salir corriendo. Tolerar cosas que van en contra de tus valores y lo que buscas de la vida en nombre del amor, es un cuento de las novelas y las películas. Venimos a esta vida a ser feliz. Debes tener bien claro que es lo que quieres en una relación y jamás bajar tus estándares. Me dijo un terapista una vez que si me seguía bajando iba a padecer de la espalda toda la vida. Exige lo que vales y lo que das. Punto.

Conmigo también tengo exigencias

Soy bien exigente conmigo misma, no al punto de que sea una compulsión, pero no me gusta estar en el confort zone. Si se que tengo más para dar, para aprender, para crecer, ¿por qué conformarme con lo que ya soy? Perder mi tiempo, descuidarme, espiritual, intelectual y físicamente, dejar de practicar mis hobbies y pasiones por no saber invertir mi tiempo correctamente; nada de esto me hace sentir bien. Así que si yo tengo una visión de lo que quiero o de lo que admiro en otros, lo menos que puedo hacer es trabajar para eso, para ser la mejor versión de mi. Nunca voy a entender porque si deseamos algo todos los días consciente o inconscientemente, nos mantenemos en la zona de comfort, en lo fácil, en lo que no me da mucho trabajo.

Soy exigente con lo que doy a otros también. Si quiero a la gente, tengo que demostrarlo con acciones. Si me gusta que mis clientes se vayan contentos, soy bien exigente con el trato que les doy. Espero respeto, consideración y civismo de todo el que me cruce en la calle, porque así lo ofrezco. Las buenas intenciones y los valores se demuestras con acciones, no con palabras.

Conclusión

En la vida te encontrarás con personas que querrán que te conformes con lo que te dan o que te quedes donde estás, estancado, porque de alguna manera u otra les conviene. Estas personas pueden ser tus amigos, tu familia, tu jefe o tu pareja. A un jefe (no fue mi caso) le conviene que des lo mejor de ti y que no exijas crecer, ni un aumento. Una pareja te dirá exigente cuando no quiera ofrecerte lo que mereces en una relación. «Amistades» se irán de tu lado cuando no permitas que te roben la paz o no les sigas su juego y plantees tus valores. Ser conformista te hace vulnerable y manipulable y te lleva a vivir en base a las expectativas de los demás.

No caigas en decir «la vida que me tocó vivir», como muchos, conformándose con vivir el día a día con lo que le traiga y no buscando lo que realmente desean. Creo fielmente que las circunstancias en las que nacemos no definen lo que somos, ni lo que seremos en la vida. Ser conformista es lo que estanca a las personas a ser víctimas de sus circunstancias. ¿Quieres vivir bajo la ecuación causa y efecto esperando el efecto de lo que te trae la vida o deseas ser el causante de esos efectos, diseñando tu camino?

Si nuestros antepasados hubiesen sido conformistas nunca se hubieran desarrollado las grandes culturas y sistemas socioeconómicos de los cuales hoy tenemos la oportunidad de ser testigos.

Se exigente, debes ser tú quien tome control de tu destino. Arráigate a tus valores y vive en función de ellos, porque son esos valores los que definen quien eres y lo que quieres. Haz lo que te apasiona, busca aquello que te llene, exige relaciones recíprocas, exige lo que das, pide lo que vales, rétate a ti mismo porque sabes lo que eres capaz de dar, crecer y alcanzar. No estás hecho para migajas, no estás hecho para quedarte estancado.

¿Sabes como huelen las aguas estancadas? Bueno… ya lo sabes, recuérdalo cada vez que alguien te diga, «eres demasiado exigente» o cuando no quieras esforzarte demasiado.

Ciao mis bellezas y bellezos tropicales. Los quiero. No olviden dejarme sus comentarios.

NOTA ACLARATORIA: Existe un tipo de exigencia que te lleva a la frustración y malestar. Metas ilógicas, en tiempos ilógicos y expectativas irrealistas. Este tipo de exigencia no es buena para ti, ni para nadie.

Publicado por

Janette Pérez

Amante de todas las artes, la lectura, la escritura, la belleza, la cultura, la familia y el amor. Graduada de la UPR Rio Piedras con un bachillerato en Publicidad y Relaciones Públicas y un "minor" en Periodismo Electrónico. Luego de trabajar en producción, publicidad y alcanzar lo que consideró el éxito en su campo, decidió renunciar a su trabajo y emprender para así poder dedicar tiempo a sus pasiones, su propósito de vida, tener paz y ser feliz. Instagram @janetteperezoficial

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